¿Estás buscando una playa escondida y remota para perderte estas vacaciones?
Las playas de México son paradisíacas y tienen paisajes para todo tipo de viajeros con Living Magazine encuentra las playas escondidas.
Aquí te dejamos una lista con 5 playas que, a causa de la distancia o de los caprichos de la naturaleza, son recónditas, íntimas y solitarias.
Playa Majahuitas, Puerto Vallarta
Son casi 30 los kilómetros que separan a esta playa de Puerto vallarta por lo que la sensación de privacidad y desconexión la tendrán garantizada a corta distancia del popular destino.
Para llegar a Majahuitas puedes abordar una lancha desde la Playa de los Muertos, o bien trasladarse en auto, taxi o autobús hasta Boca de Tomatlán.
Una vez ahí, contraten a un pescador con su panga y surquen las aguas hasta llegar a esta aislada playa: les recibirá una bahía semicircular, de arena clara y rodeada por la exuberante vegetación de la reserva natural El Tuito.
Punta Monterrey, Nayarit
Sobre la carretera Tepic-Vallarta, justo antes de llegar a las inmediaciones del Pueblo Mágico de Sayulita, se halla otra de las playas desconocidas de México.
Probablemente no la verán desde la vía, pues está protegida por formaciones rocosas y un tupido bosque tropical, los motivos principales de su encanto y privacidad.
Al arribar a los límites con el mar verás que la playa esa una enorme herradura de arena morena a donde las olas llegan a varar.
Entre la espesura que cubre el monte alcanzarán a distinguir los techos de palapa del hotel Punta Monterrey, único resort de la playa.
Con capacidad para solo 35 huéspedes, en sus 12 cabañas y bungalows recibirás un trato personalizado, ya sea que elijas organizar una fiesta privada, disfrutar una cena o participar en las sesiones de yoga y meditación.
Playa Litibú, Nayarit
Quizás han oído hablar de Punta de Mita, una saliente en donde se han establecido algunos de los hoteles internacionales más exclusivos de México.
Es justo al noreste de esta península nayarita donde se ubica una opción menos conocida pero no por ello menos bella y glamorosa: Playa Litibú.
Se trata de una media luna de arena dorada y oleaje azul profundo rodeada casi toda por vegetación endémica, desde palmeras y cocoteros hasta árboles de selva baja.
Y si bien hay un campo de golf de clase mundial en las cercanías, la sensación de escape solitario no se desvanece pues la bahía es tan ancha que parecerá que la playa es solo para ti.
Al caer la noche refúgiate en el hotel La Tranquila, cuya espectacular piscina que conecta el lobby con el océano te obligará a permanecer bajo el agua durante toda tu estancia.
El Madresal, Chiapas
Diríjete a Tonalá, Chiapas, desde donde parten los vehículos que te dejarán en el embarcadero del Centro Ecoturístico El Madresal, un pequeño paraíso isleño rodeado de manglares.
Al llegar a la isla serás recibido por los miembros de la cooperativa ejidal que opera el centro, lo único que deberás hacer es dedicarte a descansar en una hamaca, quizás tomar algún tour por los manglares y disfrutar los platos con mariscos fresquísimos que preparan las cocineras locales.
Bahía Cacaluta, Oaxaca
Esta formación costera no solo inspira al romance por sus virtudes (suave marea de azul claro; arena dorada; manglares tropicales; tranquilidad) sino porque desde las alturas su contorno se parece a la silueta de un corazón, además de ser una de las playas desconocidas de México, esto la vuelve única.
Así, esas dos franjas que unidas recuerdan al músculo del amor tienen nombre y carácter propios.
Podrás pernoctar en una de las opciones más cómodas y próximas a esta playa, el hotel Binniguenda, con 77 habitaciones climatizadas.
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Fuente: Punta Monterrey, El Madresal y Binniguenda.