Spotify, la famosa plataforma utilizada para la reproducción de música a través de la difusión continuada está revolucionando a sus más fieles seguidores en todo el mundo. Y no es para menos.
La aplicación anunció recientemente, una nueva ley de privacidad en Estados Unidos. Las renovadas reglas de privacidad se traducen fundamentalmente en una demanda de una gran cantidad de información hacia el usuario.
La empresa sueca que permite escuchar radio buscando por artista, álbum o listas de reproducción creadas por los propios suscriptores, impone a todos los receptores que pretenden seguir registrados a cederles una desorbitada cantidad de información. El pasado día 19 de agosto se informó de esta nueva ley que está suscitando cuanto menos una inmensa lluvia de comentarios críticos al respecto en las redes sociales y como no podía ser de otra manera, usuarios que se están dando de baja al instante. Solo hay que echar un simple vistazo y buscar en Facebook o Twitter para verificar la reacción de los internautas.
¿Y a qué tipo de información podrá acceder Spotify?
Es lógico la indignación entre sus adeptos ya que el servicio dispondrá de un mayor acceso de muchos datos personales. Son varios ejemplos, Spotify solicitará permiso para acceder a sus archivos multimedia (fotografías, imágenes y vídeos),su directorio de contactos, documentos varios (sin especificar formato ni origen), o la localización del personal mediante el sistema GPS.
¿Soluciones?
Nos preguntamos, ¿hasta cuando las tecnologías nos van a ofrecer sus servicios a cambio de una infatigable demanda de nuestra privacidad?. ¿Que les queda por descubrir de los usuarios? De momento está en usted la decisión: o acepta su política o se queda sin disfrutar de sus prestaciones para el oído…Seguiremos analizando este tema con mucha atención.
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