En climas cada vez más extremos el consumo de energía es mayor para poder climatizar el ambiente, convirtiéndose esto en un círculo vicioso. Sin embargo, existe una tecnología que puede representar grandes ahorros en el consumo de electricidad, nos referimos a las fachadas de doble piel.
Esta tecnología se viene usando en Europa desde hace más de 30 años en edificios. Sin embargo es en estos momentos cuando más se está utilizando y sus aplicaciones llegan a fachadas de casas con materiales ecológicos.
La Fachada de doble piel es un sistema que se componen de dos capas; generalmente de vidrio, donde el aire fluye a través de una cavidad intermedia.
Este espacio –que puede variar de entre 20 cm hasta algunos metros– actúa como aislamiento frente a temperaturas extremas, vientos y ruidos, mejorando la eficiencia térmica del edificio en climas fríos y cálidos. El ahorro de consumo eléctrico puede ser hasta de un 40%.
Quizás uno de los ejemplos más famosos de fachadas de este tipo es el Gherkin en Inglaterra.
El flujo de aire a través de la cavidad puede ocurrir naturalmente, o ser impulsado mecánicamente; además, entre estas dos pieles se pueden incluir dispositivos de protección solar.
Su funcionamiento se adapta a los meses más fríos y cálidos a través de diferentes estrategias, y es esta versatilidad lo que las hace tan interesantes. A través de pequeñas modificaciones, como abrir o cerrar las aletas de entrada o salida –o al activar la circulación del aire–, el comportamiento de la fachada puede cambiar completamente.
En climas cálidos, la cavidad puede ventilarse hacia el exterior del edificio, mitigando la ganancia solar y disminuyendo la carga por enfriamiento. Esencialmente, esto significa que a medida que aumenta la temperatura del aire en la cavidad, este es empujado fuera de ella, entregando una ligera brisa a los alrededores mientras el interior permanece aislado frente a la ganancia de calor.
Ventajas
- Reducen la demanda de refrigeración y calefacción;
- Permiten vistas libres y el acceso a la luz natural;
- Mejoran el aislamiento térmico y acústico;
- Permiten la ventilación natural y la renovación del aire, haciendo que los ambientes sean más saludables para las personas.
Elementos
Cada vez es mayor el uso de esta tecnología en casas particulares usando celosías. Una fachada doble de una casa o edificio cuenta con los siguientes elementos:
- Estructura del edificio o cerramiento interior: es el muro de la construcción o la fachada original sobre la que se asentará el sistema doble.
- Material de aislamiento: sobre el muro original debe instalarse una capa de material aislante, que trabajará en conjunto con la ventilación posterior.
- Subestructura o anclaje: es la estructura sobre la que se monta la segunda capa o revestimiento. Esta se ancla en la estructura original, sobre el muro que recibirá la doble fachada.
- Cámara de aire: entre la subestructura y la capa de revestimiento debe, dejarse libre unos cuantos centímetros para permitir el paso del aire, ayudando a reducir las pérdidas térmicas del edificio por medio de un efecto chimenea.
- Revestimiento o doble piel: es el acabado que cubre a la fachada, la segunda fachada, la que se percibe por fuera del edificio. Esta segunda piel debe contar con ranuras o juntas abiertas para permitir el paso del aire y evitar desgastes o riesgos por la presión del aire interior, así como para incrementar el efecto chimenea.
BALAZO:
La Fachada de doble piel es un sistema
que se compone de dos capas.
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